Una de las cosas que más llama la atención al visitante es la dejadez en que se encuentran la mayoría de edificios y el transporte público (incluyendo las grandes ciudades). Otra cosa molesta es la falta de lavabos en la mayoría de museos y sitios culturales que visitamos. Aparte de estos dos problemas la visita del país es realmente encantadora para cualquier visitante: fabulosas y verdes montañas, gran patrimonio cultural, comida deliciosa, el mar Negro (que no visitamos), bares musicales, esquí y mucho más. Además el país es muy económico para los paises que usamos el euro, pues su moneda el Lev (león) equivale a medio euro y el precio de las cosas la mitad!. Los hoteles donde nos albergamos superlujosos contrastando dramáticamente con el entorno en muchas ocasiones. Las comidas empiezan siempre con una abundante ensalada con pepino y tomate como ingredientes principales y espolvoreado con el famoso queso blanco Sirene, muy típico y sabroso, así como el yougurt búlgaro. De segundo se estila la carne adobada con cebollas, pimientos, berenjena o picantes según la ocasión. Rara vez probamos el pescado, una vez cerca de Rila que comimos trucha. Las cervezas nacionales, denominadas Zagorka y Kamenitsa muy buenas, así como las bebidas con las que se acompañan las ensaladas Rakia (aguardiente) y Mastika (anís). También los vinos del país son realmente excelentes en todas sus variedades. Como souvenir los típicos iconos religiosos que aparecen por doquier en todo el viaje, bordados, objetos antiguos, platos decorados, perfumes de rosa y muchas más cosas sin descuidar el calzado. Está lleno de zapaterías en las principales ciudades y es realmente bueno y muy barato. Empezamos la visita en la capital Sofia, alojamiento en el superlujoso hotel Anel, situado a dos paradas de metro del centro de la ciudad. La zona turística de Sofia está señalizada con el pavimento del suelo en color amarillento como se ve en la segunda foto. La primera visita obligada es la famosa catedral de San Alejandro Newsky, con sus cúpulas en oro puro. Aquí podemos observar infinidad de maravillosos iconos religiosos y oir los famosos Cantos Ortodoxos durante las celebraciones. No está permitido hacer fotos como en casi ningún recinto. En algunos dejan pagando 5 levs:) supongo que será para que la gente compre las postales y dvds. La cripta de la catedral, a la izquierda de ésta se ha convertido en un museo de iconos religiosos pudiéndose ver iconos de todas las épocas. A la salida de la catedral mercadillos al aire libre de souvenirs y antiguedades. Cerca, la iglesia de Santa Sofía (siglo V) con sus cúpulas verdes y amarillentas. Magnífica la iglesia rusa de San Nicolás, pequeña comparada con otras de similar arquitectura que vimos más adelante. El Palacio Presidencial, con los soldados en elegantes uniformes haciendo guardia muestra en su interior la Rotonda de San Jorge, ruinas del siglo IV, protegida por la Unesco. Interesante de ver el cambio de la guardia en este edificio que se realiza periódicamente. El teatro nacional Ivan Vazov construido en 1906, en estilo neoclásico, es el más grande de Bulgaria. Interesante para el turista recorrer la línea del Metro (sólo hay una, aunque van abriendo nuevas estaciones), a un Lev el viaje y los coloreados tranvías y trolebuses que dan a la ciudad un toque especial. Vitosha boulevard es una gran avenida en pleno centro, lleno de lujosas tiendas de ropa importada y bares musicales. Un bonito paseo, viendo pasar los coloreados tranvías que la atraviesan.
En una de las amplias avenidas del centro vimos un grandioso mercadillo con tenderetes a lo largo, donde se vende ropa, comida, calzado y toda clase de artículos de uso diario. La estatua de Sofia es un símbolo protector de la ciudad. Representa una dama con con una lechuza en la mano y está situada en una céntrica avenida cerca de la bella mezquita de Bania Basi. Cerca de la montaña de Vithosa, en la otra punta de la ciudad se halla la iglesia Boyana (siglo X), declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Esta ubicada en un entorno natural con inmensos árboles y contiene unos frescos medievales en muy buen estado. Junto a la iglesia se halla la tumba de la reina Eleonora de Bulgaria que murió en 1917 y quiso ser enterrada aquí.
A continuación visitamos el museo de Historia Nacional, cerca de la iglesia Boyana y al pie de la montaña de Vithosa, próximo a la entrada se ve un helicóptero antiguo. Este museo contiene numerosos restos y joyas pertenecientes a los Tracios, antigua civilización que se estableció en Bulgaria sobre el siglo II AC. En la foto se puede contemplar un ejemplo de estos restos. También objetos de civilizaciones anteriores, del Paleolítico y otras etapas prehistóricas, hallados durante trabajos de excavación. Un esqueleto de esta época puede verse aquí en buen estado. La montaña de Vithosa se emplea también para la práctica del esquí dentro de la ciudad y cuenta con teleférico para remontarla, pero al parecer el transporte público no llega aquí por lo que hay que ir en taxi y concertar la vuelta.
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